(Somos unos flojos, tenemos el día por delante y preferimos dormir.)
Paso la mitad de mi tiempo pensando en el futuro, en como medir el tiempo que no ha llegado, como dividirlo y asignarlo. Cuando me dicen que me concentre en el presente no lo entiendo, es absurdo. Hay tantos objetos, tantas situaciones y personas.
Me gusta pensar que nos esperan grandes cosas: Una beca en otra universidad, un trabajo bien pagado, una vida rápida pero amorosa, un proyecto consolidado.
¿Cómo pueden ser felices con lo que tienen ahora si les queda tanto por conocer?
No lo entienden. Todo el tiempo la Navidad está a la vuelta de la esquina.
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