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El cambio ya empezó. Tengo justo lo necesario para empezar de nuevo. De repente parece que voy llegando a una nueva ciudad con un plan de vida desafiante.
Traje los proyectos en los que estoy trabajando, mi ropa y cosas de aseo.
María Fernanda y Agustín me ayudaron a mover.
Me siento extraño porque todas mis actividades parecen ficción. Salgo y estoy rodeado de turistas, es probable que 7 de cada 10 personas que veo estén en éstos lugares de visita. Yo también camino así, no me quito la impresión de que en unos minutos buscaré un taxi para regresar a casa.
Lo que más extraño del otro departamento es la cocina, para mi era un lugar tranquilo donde podía concentrarme en una actividad sin ser molestado, se parecía mucho a un estudio.
Por alguna razón creo que las noches son más oscuras de éste lado de la ciudad. Claro que hay más gente, pero las luces del horizonte y el silencio de la casa me asustan con mayor facilidad.
La parte más dificil va a ser dormir sin decirle buenas noches a alguien. Me pesa mucho estar solo.