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Me pregunto si mis seguidos accidentes no significarán que quiero matarme a pedazos. Quince días de levantarme tarde, comer en casa y frecuentar el gimnasio es todo lo que necesito para preguntarme si me gusta mi contrato. Es un gran riesgo pronunciar esto en público, en cada esquina hay un escondite para los atentos y dispuestos a arrebatarte el trabajo.

Ayer, a las tres de la mañana, di click en un vínculo titulado How To Feel Better. Una adolescente en un video insistía en que tomara un buen baño y comprara cosas como comics, que aunque costaran dos dólares me recordarían lo mucho que valgo. En realidad no me ha tocado el agua y no he comprado nada, me arrepiento de no haber salido a otra ciudad y de tratar 6 años de satisfacer un acento, quisiera encontrar algo escondido en una caja dentro del bolsillo de una chamarra vieja y perdida en una maleta para no tener que estar aquí.