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me he quedado conforme con los cientos de exámenes que he tomado en mi vida y que de seguro descansan en una caja en la casa de mi papá, en una oficina de mis viejas escuelas o en un basurero. allí duermen mi nombre y un cien rojo sin ser conscientes de su futuro divorcio.


hoy en día no hay nada en mí que de fé de mis saberes. he fallado tantas veces en obtener un grado que es probable que sólo pueda confiar en los logros de una vida pasada, en el mito de niño genio que a mi mamá le gustaba reescribir.


este día lo he dedicado a pensar si quiero vivir una vida donde no logre nada y donde mucho menos me reconozcan lo que alcanzo, me educaron para eso ¿qué sería de mí sin lo que se imaginaban mis padres?

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